Desde las ocho de la mañana hasta las 6 de la tarde del día de ayer, únicamente los vehículos ecológicos, los curas, los médicos y los recien casados (junto a sus invitados) fueron lo únicos en poder circular por las calles de Milán debido a la elevada contaminación. La ley vigente desde hace ya cinco años obliga a cortar el tráfico de la ciudad el siguiente domingo tras sobrepasarse durante 12 días los límites establecidos por la unión europea (50 microgramos de partículas por metro cúbico). Es la tercera vez en lo que va de año que la ciudad italiana corta el tráfico un domingo. La ley también obliga a dejar el nivel de emergencia mientras que durante tres días no desciendan hasta unos niveles aceptables.
A pesar de contar con muchos detractores, esta medida además se intenta fomentar el uso del transporte público, la bicicleta y realizar trayectos a pie. A pesar de no estar incluido en la ley, los días que se produce la emergencia el ayuntamiento está poniendo incentivos para que la gente se conciencie y pueda salir a dar una vuelta sin su vehículo de una forma económica, como entradas gratuitas en los museos, tiquets diarios para el transporte público, etc.
